lunes, 8 de marzo de 2021

Día de la Mujer 2021

Por un futuro igualitario en el mundo de la pandemia Covid-19”

Las situaciones complicadas y de difícil resolución son consideradas como desafíos. Éstos nos ponen a prueba y podemos verlo como una oportunidad para crecer y progresar. No todas las veces es entendido de ésta manera. La insistencia y reiteración se hace en la convicción de que lo que argumentamos es válido y valioso; por tanto, necesitamos ser efectivamente escuchados y escuchadas.

La pandemia profundizó asimetrías y brechas de género históricas en el ámbito laboral, como la informalidad que alcanza al 20,4 por ciento de las mujeres frente al 14,7 por ciento de los varones.

En el 2020, en Argentina 1 de cada 10 mujeres ocupadas se desempeñaba en el sector de la salud, que concentra a más de 760.000 trabajadoras. Se trata de un sector altamente feminizado, conformado en un 70 por ciento por mujeres, con una alta exposición al contagio y considerables costos físicos y emocionales.

A medida que se asciende en la jerarquía de funciones, en las áreas de mayor calificación, los salarios masculinos son cerca del 35 por ciento más altos que los de las mujeres. Carreras femeninas interesantes se detienen en una determinada marca ascensional debido a fuertes restricciones de género. 

 

La irrupción de la categoría de género obligó a revisar ciertas miradas univocas y esencialistas que los estudios sobre mujeres habían tenido hasta ese momento, siendo la década de 1990 la más prolífica en producciones sobre la temática.

En el ámbito universitario, la incorporación femenina supera en muchas carreras a la masculina, pero eso no se refleja de igual modo en el ámbito laboral. Todavía muchas mujeres, atravesadas por la cultura y sus mandatos, dicen que "es una elección" criar a los hijos y no trabajar o trabajar a tiempo parcial o en posiciones de menor responsabilidad porque implicaría una carga que les resta energía para dedicarse a su hogar.

Lograr la corresponsabilidad por parte de los varones en las tareas del cuidado de niños y adultos mayores, así como de limpieza, continúa presentándose como un desafío para el 2021. El telón, como en una obra teatral que ocultaba las inequidades al interior de las familias, está hoy exhibida. Es necesario ahora una mayor involucración, que comienza a vislumbrarse con el surgimiento de nuevas masculinidades, que buscan una alternativa al modelo hegemónico que conduce a identidades sobre exigidas y que frena el desarrollo de la igualdad.

Es importante trabajar la empatía. Las masculinidades que están apareciendo en la actualidad apuestan por la horizontalidad, el consenso y las relaciones entre iguales.

Este modelo de masculinidad apuesta a eliminar esos roles de género aprendidos para que seamos más libres, favoreciendo, por ejemplo, que los hombres puedan vivir plenamente su paternidad: buscan una combinación equilibrada que contribuya a las relaciones interpersonales y al manejo de las emociones.

Así, los espacios asignados a lo “femenino” y a lo “masculino” y los estereotipos culturales e institucionales asociados a estas categorías, suelen quedar esmerilados cuando la cuestión de la equidad en razón de género es sólo abordada desde la situación de las mujeres.

A través de alianzas con organizaciones locales, de campañas educativas, y de medios de comunicación, se puede explorar el tema de la colaboración entre hombres y mujeres. Intervenciones de éste tipo se han traducido en una participación profunda por parte de los hombres en debates, discusiones, y juegos sobre los roles en los temas de género.

En las comunidades que han realizado éste tipo de aportes, se ha notado un cambio positivo en las actitudes de los participantes hacia las mujeres, dejándose entrever la posibilidad de construir sociedades humanas más equitativas, comprometidas y participativas.