Los Días Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al público en general sobre temas de gran interés, tales como los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. La celebración del día mundial de la justicia social sirve para fomentar el diálogo con la juventud, los interlocutores sociales, la sociedad civil, con el objetivo de fortalecer el contrato social que se ha visto fracturado por el aumento de las desigualdades, los conflictos y el debilitamiento de las instituciones destinadas a proteger los derechos de las personas.
Para comprender mejor los desafíos actuales, es importante recordar que, en 1919, los Estados signatarios del Tratado de Versalles crearon la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los fundadores de la OIT reconocieron que la economía mundial necesitaba reglas claras para que el progreso económico pudiese ser sinónimo de justicia social, prosperidad y paz para todos. Este principio no ha perdido su vigencia: en el futuro, más que en el presente, las normas del trabajo serán una fuente de cohesión social y de estabilidad económica, en un momento de grandes cambios en el trabajo.
Los planteamientos de Platón sobre Justicia como armonía, y los de Aristóteles como la idea de Justicia Distributiva (dar a cada uno lo que le corresponda), que luego retomó Santo Tomás de Aquino, conformaron la base de la actual concepción de Justicia Social. El término justicia social se dificulta definirlo por su propia naturaleza dinámica porque depende en parte del contexto,y también por su índole politica y social.
En las escuelas que trabajan éste tema, se intenta compensar las diferencias de partida de los estudiantes, sea ésta: la situación económica, el género, la raza, la religión, sus capacidades intelectuales, entre otras, considerando que, el concepto de justicia social es tridimensional al estar compuesto por: la redistribución, el reconocimiento y la representación o participación (Murillo y Hernández-Castilla, 2011b, 2014).
El 26 de noviembre de 2007, la Asamblea General de ONU declaró que el 20 de febrero de cada año se celebre el Día Mundial de la Justicia Social (A/RES/62/10).
La justicia social es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, especialmente cuando estamos lejos de alcanzar tales objetivos.
Para finalizar la presente nota, se aporta a la misma los que los autores Adams y Bell (2007) consideran cinco principios para una educación para la justicia social.
1. Establecer un equilibrio entre los componentes emocionales y cognitivos del proceso de aprendizaje de los estudiantes.
2. Reconocer y Apoyar las características personales e individuales de los alumnos, así como favorecer las interacciones sociales.
3. Prestar Atención Explícita a las relaciones sociales dentro del aula.
4. Favorecer la Reflexión y la Conciencia Crítica de los estudiantes
5. Promover El Esfuerzo Y El Crecimiento Personal como base para el desarrollo integral del alumnado.
Notas y Referencias:
El Tratado de Versalles fue un tratado de paz que se firmó en dicha ciudad al final de la Primera Guerra Mundial por más de cincuenta países.
El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) es un estudio internacional organizado por la OCDE que evalúa los logros en el aprendizaje de los jóvenes de 15 años en Matemática, Lectura y Ciencias.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos es un organismo de cooperación internacional compuesto por 38 estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. La OCDE fue fundada en 1961 y su sede central se encuentra en el Château de la Muette en París.
F. Javier Murillo Torrecilla y Reyes Hernández Castilla. (2011) “Hacia Un Concepto De Justicia Social”. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación-Volumen 9, Número 4
Perinés H, Hidalgo N. (2018) "La escuela confía en que los estudiantes podemos cambiar el mundo" Revista Colombiana de Educación, núm. 75, pp. 19-38. Universidad Pedagógica Nacional de Colombia
