martes, 20 de febrero de 2024

María Catalina Echevarría de Vidal, la mujer que cosió la primera bandera para Belgrano

Al iniciarse el año 1812, Belgrano fue destinado a la Villa del Rosario, sobre el Río Paraná, para inaugurar un pequeño fuerte y las baterías ‘Independencia’ y ‘Libertad’, para que actuaran como defensa ante cualquier incursión realista hacia las provincias.

La necesidad de tener un símbolo distintivo para su ejército, decidió a Belgrano a pedir la colaboración de una  mujer para su confección. El 20 de febrero deslizó la idea en una charla privada. Doña Catalina, aceptó encargarse de la tarea de inmediato.

Confeccionó la bandera argentina que se enarboló, por primera vez, el 27 de febrero de 1812. Supervisada por Manuel Belgrano, compró telas, unió retazos celeste y blanco y agregó hilos dorados a la terminación, una tarea artesanal que demandó al menos cinco días y para la que necesitó asistencia de dos vecinas. 
María Catalina Echevarría de Vidal , era hija de inmigrantes vascos que formaron parte de la historia argentina por un simple giro del destino.
La amistad que unía a Belgrano con Vicente Anastasio de Echevarría, hermano de María Catalina y hombre de activa participación política en la época, permitió que el creador de la bandera aceptara  alojarse en la casa familiar de los Echevarría, en la por entonces Villa del Rosario, a donde fue enviado para contener el avance de los realistas.

“Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme los colores de la escarapela nacional”, explicaría Belgrano al Triunvirato, que desaprobó la decisión.
Doscientos años después de aquella gesta, una placa colocada en el pasaje Juramento, a metros del Monumento Nacional a la Bandera, se convirtió en el primer recuerdo formal que se le tributa a Echevarría de Vidal en su ciudad natal.

No existían hasta el momento (Bicentenario de la Creación de la Bandera) calles, plazas o monumentos en Rosario que la mencionaran.
Una iniciativa de la “Asamblea 20 de junio Feriado no Trasladable”, permitió la aprobación en diciembre del año pasado de un decreto del Concejo municipal para concretar ese homenaje. 
“No existía referencia de esta mujer en todo el radio urbano de Rosario”, sorprende Adolfo Paulón, historiador, director de la Asamblea 20 de junio y uno de los impulsores centrales de la iniciativa. “Logramos el homenaje para una mujer que era desconocida y que casi estaba olvidada en su lugar de nacimiento”, explica el investigador.

A modo de anécdota, Paulón recuerda que en conferencias y homenajes a otras figuras de la historia en las que participaba, proponía encuestas para conocer qué sabía la gente sobre aquella mujer.
“Una vez, apenas tres personas de doscientas la conocían.  Lo mismo sucedía en los despachos, con algunos funcionarios”, lamenta.


Echevarría de Vidal no sólo confeccionó la primera bandera argentina. Asistió también a la ceremonia de jura, a orillas del Paraná y frente a las baterías de artillería Independencia y Libertad. Para darle una dimensión a ese episodio Paulón explica que “no era común que asistieran mujeres a una ceremonia militar”.

María Catalina Echevarría vivió sus últimos años en San Lorenzo, y falleció el 18 de julio de 1866, nueve años más tarde que su hermano. Esta argentina de origen vasco tuvo el privilegio de haber bordado con sus manos, la enseña patria que enarbolaron nuestros patriotas por la libertad de Argentina.

Luego de caer derrotado en Vilcapugio en 1813, y mientras reagrupaba a su ejército en el pueblo de Macha -hoy territorio de Bolivia-, Belgrano ordenó ocultar la bandera. En 1885 fue hallada en la capilla de Titiri. Actualmente permanece en el museo “Casa de la Libertad”, en Sucre. Tras una serie de gestiones, el Gobierno de Bolivia envió una réplica autenticada que a partir de ese momento, descansa en el Monumento a la Bandera.