miércoles, 8 de marzo de 2017

Las mujeres en un mundo laboral en transformación


El tema para el Día Internacional de la Mujer de 2017 es:
“Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”.  
Entre las medidas claves para asegurar el empoderamiento económico de las mujeres en el mundo cambiante del trabajo se encuentran: cerrar la brecha entre los salarios de hombres y mujeres, que se ubica actualmente en el 24 por ciento a nivel global; reconocer el trabajo no remunerado que supone el cuidado del hogar y de los miembros de la familia realizado por las mujeres, y redistribuir estas tareas de forma equitativa entre hombres y mujeres. Igualmente, se deben eliminar las brechas en el liderazgo y toma de decisiones, en el emprendimiento y en el acceso a la protección social; y asegurar políticas económicas sensibles al género que generen empleos, reduzcan la pobreza y promuevan un crecimiento sostenible e inclusivo. 

Las políticas de equidad de género  implementadas en las Fuerzas Armadas de Argentina acompañaron las demandas sociales de aggiornamento y mayor apertura.
Desde 2006 se implementaron políticas de género con acciones concretas que transformaron la institución.  

El ingreso de las mujeres a la estructura institucional de las Fuerzas Armadas Argentinas se dio en dos momentos claves: a principios de los ‘80 y a finales de los ’90. La primera incorporación fue en la Fuerza Aérea, a través de la Policía Aeronáutica Nacional.

Posteriormente, fueron las propias fuerzas las que tuvieron la iniciativa de incorporar personal femenino al Cuerpo Profesional de la carrera de Oficiales y Suboficiales. La Armada y la Fuerza Aérea también sumaron mujeres al Cuerpo Comando en la carrera de Oficiales y Suboficiales. 

De ese modo, el día 4 de julio de 2007 la Sra. Débora Pontecorvo recibía el brevet que la convertía en la Primera Mujer Aviadora Militar. Luego la Ten Mariela Santamaría, fue la primera mujer que anevizó en la Antártida, así como la Ten Jorgelina Camarzana fue la primera mujer helicopterista de la Fuerza Aérea Argentina.

Los avances fueron generándose, impulsados por mujeres y varones. 
Lo que se necesita, en realidad, son pautas culturales de respeto mutuo, donde ambos: varones y mujeres movidos por una misma vocación puedan ejercer su derecho de desarrollo profesional. 
“Una fuerza militar necesita de líderes, que podrán ser indistintamente mujeres u hombres en la medida en que esas personas sean las más aptas para esa función.”  

"La Fuerza Aérea había iniciado en el año 2010, un proceso tendiente a generar una integración real de las mujeres en los procesos de toma de decisión de las Fuerzas Armadas y de la Defensa Nacional". La Fuerza Aérea designó para tales funciones a la Vicecomodoro Elizabeth María Sotelo y la Mayor María Elena Rossi, ambas del Cuerpo Profesional, quienes pasaron a integrar las Juntas de Calificaciones, hasta el momento sólo conformada por varones. 

Asimismo para facilitar el acceso de las mujeres a las Fuerzas Armadas, se contempló el trabajo que supone el cuidado del hogar y de los miembros de la familia realizado por las mujeres, y redistribuir estas tareas de forma equitativa entre hombres y mujeres, poniendo  en funcionamiento jardines maternales, se extendió la licencia por paternidad y la duración y  el período de lactancia, entre otras numerosas medidas.

Será entonces tiempo de preguntarnos cuál es nuestro desafío en el ámbito castrense, a la luz de la propuesta a nivel mundial.  El  poder dar continuidad a las grandes transformaciones que se han operado en el seno de las Fuerzas Armadas en políticas de género, se vislumbra como el objetivo en cuestiones de equidad de género, de modo  que  las mujeres que optan por la vida militar, mantengan  la participación comprometida, a la par del varón de armas.                                                                                                                                        
                                                                                                              Oficina de Género L.A.M.