El 21 de septiembre, se celebra el Día del
Fotógrafo, y cabe aclarar que no es una fecha internacional, sino que es para
la mayoría de los países Latinoamericanos.
Aparentemente el día 21 de Septiembre, está relacionado
con la fecha donde fue realizado el primer daguerrotipo. Un daguerrotipo es el
primer procedimiento fotográfico anunciado y difundido oficialmente en el
año 1839. Éstos, se distinguen de otros procedimientos,
porque la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. En América
Latina, esta modalidad, fue el invento precursor de la fotografía moderna.[1]
En el ámbito aeronáutico, el reconocimiento
aéreo cobra una participación destacada, siendo su auxiliar indiscutido la
fotografía.
El reconocimiento
aéreo es
la inspección desde el aire de determinadas zonas mediante aviones de reconocimiento o vehículos aéreos no tripulados. Sus funciones
consisten en recoger inteligencia de imágenes, e inteligencia de medidas.
En nuestro país, el primer registro sobre observación aérea data del
año 1866, durante la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. En efecto;
las operaciones se encontraban estacionadas en las proximidades de la
confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, a 30 kilómetros de Paso de la
Patria. Como consecuencia de las características topográficas, los mangrullos
eran insuficientes para observar por encima del formidable dispositivo
defensivo levantado por los paraguayos.
Como remedio, el gobierno brasileño decidió
adquirir dos globos cautivos en los Estados Unidos. Para tripularlos, la
Argentina contrató al polaco Chodasiewicz, que se nacionalizó e
incorporó al Ejército con el grado de sargento mayor. El 24 de junio de 1867,
Chodasiewicz se elevó a 300 metros dentro de las líneas aliadas, sujetado por
tres cuerdas que sostenían treinta soldados. Los globos aliados realizaron más
de veinte ascensiones exitosas cumpliendo tareas de observación.[2]
En la actualidad, el reconocimiento aéreo, es destinado principalmente
a la cartografía.
La fotografía aérea supone un
análisis de la superficie terrestre mediante el empleo de sensores remotos,
instalados a bordo de diversos medios aéreos. Encuentra aplicaciones en el
campo de la agricultura para recabar información sobre la
naturaleza de los terrenos y la extensión de los cultivos, y en el
campo militar para obtener información sobre objetivos estratégicos.
Desde el comienzo del siglo XXI,
la fotografía aérea desde aviones y helicópteros no tripulados (UAS) vive
un crecimiento notorio. Estos sistemas aéreos no tripulados, están
generalmente equipados de herramientas de navegación (GPS, giroscopio,
etc.). Sin embargo, son pocos los países que han establecido normas
específicas para regular el vuelo de estas naves: el comportamiento de las
autoridades frente al vuelo de UAS varía en cada nación, no existiendo una
persona jurídica en el espacio aéreo a cargo del UAS, sino desde el espacio
terrestre complica las responsabilidades en caso de infortunios.[3]
La fotografía orbital permite la
obtención de imágenes de altura muy superior a aquellas propias de la
fotografía aérea, de la cual constituye una extensión, mediante aparatos
fotográficos situados sobre vehículos espaciales o satélites en órbita en
torno a la Tierra.
Entre
sus varias aplicaciones cabe señalar los estudios meteorológicos, la
investigación sobre la contaminación de
los mares o sobre los recursos naturales, etc.[4] Así
como la fotografía orbital, brinda el beneficio citado, la fotografía aérea
brinda celeridad en la obtención del material requerido.[5]
De izquierda a derecha: Alf. Daniel Baquero, Alf. Nurit Bernuzzi, Alf.Favio Mugna |
El Grupo de
Reconocimiento Aeroespacial de la Fuerza Aérea Argentina es la unidad que
opera los aviones de la familia Lear jet de la II Brigada Aérea, ubicada en la
localidad de Paraná (Provincia de Entre Ríos).
Como dato histórico,
agregaremos que, durante la Guerra de Malvinas, los Lear jet
del Grupo 1 Aero fotográfico pertenecientes a la II Brigada Aérea realizaron
misiones desde las bases aéreas de Río
Grande y Comodoro Rivadavia, cumplimentando diversas
misiones.
El único avión derribado de este
escuadrón fue, el Learjet con matricula militar (T-24)comandado por el
vicecomodoro De La Colina y el mayor Falconier y su tripulación conformada por
Marizza, Luna y Lotufo, cayó al norte de la Isla
Gran Malvina producto de un impacto de misil Sea Dart del
destructor HMS Exeter (D89).2
En el mes de mayo, en el Liceo Aeronáutico
Militar, se realizaron unas jornadas de capacitación para alumnos
cadetes de V y VI año, abordando el tema de Catástrofes y Gestión de crisis.
En el marco de estas jornadas, el
día 15 mayo se desarrolló el tema: “Los sensores de imágenes aplicados al
relevamiento de desastres” brindado por el capitán Adrián Ligori y la alférez Nurit
Bernuzzi, pertenecientes al Grupo de Reconocimiento Aeroespacial de la
II Brigada Aérea [6]de
Paraná. En esta ocasión también se realizó una muestra fotográfica de
situaciones reales de emergencias que captaron ampliamente el interés del
auditorio.
Es de destacar que la Alférez
Bernuzzi, es la primera oficial mujer, del cuerpo comando, con ésta
especialidad en la Fuerza Aérea Argentina, así como la tecnicatura, en la que
la militar se ha formado, es una de las especialidades dentro del escalafón
general. La tecnicatura en Exploración y Reconocimiento aero espacial, se dicta
en la II Brigada Aérea y tiene una duración de 10 meses.