jueves, 2 de octubre de 2014

El equipo de paracaidistas en la Fuerza Aérea Argentina



11 DE OCTUBRE: Día del paracaidista militar.

El primer intento conocido de lanzarse en paracaídas tuvo lugar en Córdoba (España), en el año 852, con éxito parcial, ya que Abbás Ibn Firnás, el hombre que saltó, sufrió algunas heridas al caer.1 El uso del paracaídas también fue sugerido por Leonardo da Vinci cuando vivía en Milán.[1]
El aeronauta francés Jean Pierre Blanchard dejó caer un perro equipado con un paracaídas desde un globo en 1785, y en 1793 aseguró haber realizado el primer descenso humano con éxito utilizando un paracaídas. En adelante, los paracaídas se convirtieron en un elemento habitual del equipamiento de los pasajeros en los globos aerostáticos.

Para saltar de una aeronave, cada paracaidista lleva dos paracaídas: uno principal y uno de reserva que se encuentra dentro de uno o dos contenedores cosidos a un arnés. Los contenedores pueden ubicarse en la espalda, en el pecho, también se puede poner como tipo asiento o sobre el regazo. Adicionalmente los paracaídas pueden usar un sistema de apertura automática de emergencia, el cual se ha hecho de uso obligatorio en casi todas las zonas de saltos del mundo.
Se recomienda el uso de gafas y altímetro. Si el paracaidista lo requiere, puede usar casco, braga o traje, guantes, zapatos o botas (generalmente para operaciones aerotransportadas) y máscara conectada a cilindros con oxígeno (para saltos a grandes alturas).

Los paracaídas redondos tienen una navegación parcial o nula, ya que sólo se usan para transportar personas u objetos a destino. En el caso de los paracaídas rectangulares presurizados, una vez abiertos, el practicante puede controlar la dirección y la rata de caída con los conductores. Dichos paracaídas funcionan igual que el ala de un avión, pero sólo pueden planear en descenso.
En cuanto a los paracaídas cuadrados, también llamados campanas o canopias, los diseños actuales han avanzado gracias a los sistemas de corte láser CNC que permiten efectuar piezas externas e internas provenientes de programas de computadora tipo CAD y más recientemente los llamados softwares paramétricos. Estos diseños actuales permiten diseñar paracaídas de alto performance que proveen vuelos más horizontales, es decir, perdiendo menos altura y avanzando mucho más hacia adelante, tratando de no descuidar aperturas fiables y seguras.
En cuanto a los paracaídas que su usan para reservas y los de salto B.A.S.E. por el contrario están enfocados en aperturas extremadamente fiables y vuelos más verticales y lentos. Cabe destacar que los paracaídas principales deportivos son empacados en aproximadamente 10 minutos y aún así tienen una baja probabilidad de abrir enredados, siempre y cuando el paracaidista lo accione en posición panza abajo, más conocida por su nombre en inglés "belly". Los paracaídas de reserva son inspeccionados y empacados cada 6 meses (se usen o no) por un especialista certificado; el tiempo aproximado que toma el especialista en chequear y empacar estos paracaídas puede llegar a 1 hora, ya que se hace con total calma y observación del procedimiento y en un ambiente con temperatura y humedad controlado; esto reduce las probabilidades de falla de un reserva casi a 0.[2]

Aunque cada país y federación define sus propias reglas, la F.A.I. dicta preceptos y conceptos básicos del deporte a nivel mundial. La U.S.P.A. es una de las organizaciones que más ha profundizado y desarrollado la práctica y desarrollo de la actividad. La USPA y la FAI han hermanado sus esfuerzos para estandarizar las reglamentaciones, lo que ha provocado que hoy en día la práctica de este deporte sea muy segura.

En el ámbito militar, la principal misión de las unidades paracaidistas es el transporte de tropas o personal especializado a un lugar específico, realizando labores de sabotaje y eliminación de objetivos concretos que puedan perturbar el avance del ejército. También se incluyen en sus misiones, el rescate, la protección y el traslado de personas, tanto militares como civiles.
En el ámbito de las Fuerzas Armadas del país, los primeros sistemas de paracaídas tácticos de apertura manual, se ejecutaron  el 13 de mayo de 1999 con un primer lanzamiento de media altura (5000 metros sobre el nivel del suelo), constituyendo un hito en la historia del paracaidismo militar Argentino.[3]

En La Calera,  Córdoba -se encuentra emplazada la Escuela de Paracaidistas. El Curso Básico Conjunto de Formación de Paracaidistas Militares (C-18) cuenta con una larga trayectoria y se dicta para el personal de las tres Fuerzas Armadas. Desarrollado durante 35 días (incluida la primera instancia de ingreso), consiste en un entrenamiento físico, psicológico y de psicomotricidad ya que implica una actividad extrema y de alto riesgo que el ser humano no realiza naturalmente. Para eso, se instruye a los cursantes a fin de que adquieran destreza, habilidad, seguridad y fuerza en brazos y piernas a fin de prepararlos para una posible situación de combate.
Para realizar la prueba que determina el  ingreso al curso, es necesario una intensa preparación: 4.000 metros de atletismo, flexiones en barra y abdominales. [4]
Para saltar satisfactoriamente, las técnicas sobre cómo salir de la aeronave y caer en tierra son requisitos claves. Esa práctica se realiza desde el “bombi” (estructura de una aeronave armada específicamente para el lanzamiento real).

La suboficial auxiliar María Rosa López fue la primer mujer precursora en esta especialidad. Nacida en Jujuy, proveniente de una familia numerosa: ocho hermanos, optó por la carrera militar y el paracaidismo. En 1999 ingresó a la Escuela de Suboficiales (ESFA) de Córdoba y luego de tres años de instrucción, obtuvo la jerarquía de cabo con la especialidad en Mecánica Electrónica y la subespecialidad en Comunicaciones.(5)


Posteriormente, el año 2012 se crea, El EMPARFAA (Equipo Militar de Paracaidismo Representativo de la Fuerza Aérea Argentina) por directiva del señor jefe del estado mayor general , con el objetivo de representar a la institución en el paracaidismo de exhibición y competición en el ámbito institucional, nacional e internacional. 

C.P.Gisele Oliva
Está integrado por personal militar de oficiales y suboficiales de la institución, quienes reúnen las aptitudes y destrezas físicas e intelectuales necesarias para desarrollar esta disciplina deportiva alcanzando el más alto nivel de excelencia.

Para el cumplimiento de la actividad, el EMPARFAA periodicamente se adiestra en distintos ámbitos geográficos, de diferentes dimensiones y caracteristicas, tales como campos de deportes, estadios, plazas o aeródromos de espacio reducido, utilizando el material aéreo de la Fuerza Aérea Argentina: Hércules c-130, Cessna 182, Twin Otter y helicopteros Bell 212, además de los rusos Mi 171 e.

Las actividades del Equipo Militar de Paracaidismo Representativo de la Fuerza Aérea Argentina requieren diversas clases de paracaídas, dependiendo de los tipos de saltos a ejecutar, ya sean saltos donde se superan alturas de 4000 metros y velocidades mayores a 200 kilómetros por hora en caída libre, o para las actividades de saltos de precisión y exhibición, que requieren paracaídas especiales para saltos a baja altura. La principal característica de estos equipos es su capacidad de descenso prácticamente vertical gracias a su gran superficie alar. Este equipo militar de paracaidismo, es en la actualidad, uno de los iconos representativos de la Fuerza Aérea Argentina.

Con motivo de cumplirse los 70 años de la unidad responsable del mantenimiento mayor y reparación de gran parte de aeronaves de combate de la Fuerza Aérea Argentina se realizó un festival aéreo,  en el Área Material de Río Cuarto, donde se pudo disfrutar de pasajes, exhibiciones y acrobacias aéreas.

La tripulación del Hercules KC 130 TC 69 y la del helicóptero ruso MI-171E llevaron a cabo los lanzamientos programados de los paracaidistas civiles, militares del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y del EMPARFAA, con la destacada participación de la cabo principal Gisele Oliva como la primera mujer militar de la Fuerza Aérea que se especializa en la actividad y que realizó su primer salto oficial en el festival aéreo “Argentina Vuela”, llevado a cabo en la Base Aérea Militar de Morón.[6]
                                 






[3] http://ejercitonacional.blogspot.com.ar/2008/10/dia-del-paracaidista-militar.html
[4] https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=451995488212116&id=162566047232228
[5] http://www.noticiasenvuelo.faa.mil.ar/2012/
[6]http://www.aeroespacio.com.ar/index.php/fuerza-aerea/521-puertas-abiertas-en-el-%C3%A1rea-de-material-r%C3%ADo-iv.html